Viena mantiene su identidad sin renunciar a impulsos innovadores. La capital de Austria consta de veintitrés distritos, y su capital, bordeada por un anillo de árboles que remonta los muros defensivos demolidos, identifica el centro antiguo. Las avenidas arboladas y los sinuosos edificios barrocos son los mayores signos de identidad del lugar que, a principios del siglo XX, experimentó su mayor esplendor cultural. Conocida como la Secesión vienesa, un movimiento artístico dirigido a la fusión de las artes, reconoció a Otto Wagner y Gustav Klimt como los principales fundadores de la época. El Centro de la Biblioteca de Zaha Hadid y las Torres Gemelas de Viena firmadas por el estudio Fuksas son algunos de los episodios construidos que han caracterizado la expansión urbana de los últimos veinte años. En esta escena, proponemos diseñar la nueva Escuela de Artes, una arquitectura que puede ser un contenedor de vanguardias de estilo contemporáneo. Al laboratorio de arquitectura, fotografía, pintura y escultura se unirán salas de exposiciones y áreas de eventos que darán vida a los momentos de confrontación e interacción con la comunidad local. Reensamblando parte de un tejido urbano rodeado de importantes museos de la ciudad, el edificio será el cierre de un nuevo distrito para la cultura.