BIM responde a las siglas ‘Building Information Modeling’ Esta metodología de trabajo colaborativo servirá para la creación y la gestión de los proyectos de construcción del futuro. Aunque ya se ha empezado a utilizar. Un concepto de trabajo colaborativo y digital que hace ya tiempo se erigió como una verdadera revolución de la forma de trabajar dentro del sector de la construcción. Un pilar más de la revolución industrial 4.0, ya que se documenta todo el ciclo de vida de la edificación y las infraestructuras mediante el uso de herramientas informáticas.
- Algunas de las ventajas de utilizar la metodología BIM:
- Mejora de los plazos de ejecución de los plazos de un proyecto.
- Mejora la visualización de un proyecto, facilitando en gran medida la inserción de cambios en el mismo.
- Anticipación de las desviaciones presupuestarias, y optimización de los costes.
- Aumento palpable de los resultados finales, gracias en parte a la comunicación fluida que permite entre partes implicadas.
Mientras en Europa a la hora de las licitaciones ya se solicita trabajar con BIM (Finlandia o Reino Unido son una referencia), en España los plazos seguirán estos cauces, según el Ministerio de Fomento: en diciembre de 2018 ya será obligatorio para licitaciones en edificación y finales del 2019 -sin concretar plazos exactos- lo será para la obra civil. Aunque el horizonte habla de la recta final del 2018, la utilización del BIM es una necesidad creciente. Y es que septiembre-diciembre de 2018 no están tan lejos, si tenemos en cuenta que esta nueva forma de trabajar supone un “transformación BIM” en las empresas.
Y es la metodología BIM no hay que entenderla solo desde el punto de la eficiencia del trabajo. Para la industria de la construcción es un paso definitivo hacia la obligada digitalización y transformación digital que demanda el momento actual. En los mercados internacionales -donde compiten las empresas españolas- estas siglas son el pan de cada día. Solo por la “mejora en la productividad del sector” y la “mayor industrialización” que supondrá para la construcción merece la pena dar el paso adelante que se requerirá en 2018.
¿Cuál es el nivel de implantación?El sector de la construcción ha ido dando pasos -pequeños pero firmes- para adaptarse a esta nueva forma de trabajar. Actualmente, la construcción de edificios residenciales copa el uso de este sistema, seguido (no muy de cerca) por edificios de oficinas. Pero solo en las etapas de diseño, no durante todo el proceso.
Tal y como se indica en el primer informe del Observatorio es.BIM, esta forma de trabajar se observa sobre todo en la fase de proyecto, que copan el 42% de las licitaciones que incluyen BIM en sus requisitos. Un aspecto “esperable” para los responsables del estudio, “ya que se trata de la fase inicial en la que la digitalización y la convivencia con modelos 3D es más habitual”, sostienen.