El autor lleva ocupándose de esa tríada durante más de dos décadas, siendo consciente de esa necesaria visión complementaria. Y esta convergencia tiene un doble propósito. Por un lado, defender la trascendencia de la Composición arquitectónica como disciplina en la que se fundamenta la creatividad; por otro, trabajar sobre la Arquitectura de la Educación como eje y contenido temático de gran riqueza sobre el que los estudiantes puedan ejercitar tanto el análisis como la ideación de obras arquitectónicas.
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