Precisamente esta, que es su mayor virtud, es también su mayor dificultad, pues busca representar a una
población que no está censada. Por eso hace falta recurrir a técnicas especiales de muestreo como la de este año, que requiere
que todo el mundo ayude un poco: se necesita que todo el mundo sepa cómo se está haciendo la encuesta para que aquellos que reciban la invitación sepan que es importante para la profesión. Este año la encuesta
sólo se puede hacer por invitación: es decir, sólo la podremos hacer si alguien a quien conocemos nos invita a hacerla, y lo que es aun más importante: una vez la hayamos contestado,
hay que invitar a un muy reducido grupo de personas a hacerla, nunca más de cuatro que cumplan estos
requisitos:
- tener el título de arquitecto
- tener menos de 65 años, y
- ser español, residente o emigrado, o ser extranjero residente en España.