03 Febrero 2015

The times they are a-changing

LOS TIEMPOS 'YA HAN' CAMBIADO

El mercado de la arquitectura se ha visto sacudido por una fuerte tormenta que ha destruido muchos “supuestos pilares” de muchos estudios de arquitectura, demostrando la necesidad de que, cada vez más, las organizaciones deben de ser capaces de cambiar. Las bases de un aprendizaje continuo y el asesoramiento eficaz son algunas de las claves para que las empresas de arquitectura inteligentes sobrevivan en este entorno tan complicado, tal y como explicamos a continuación, en un viaje que nos llevará por la música de Bob Dylan.
  • Por: Alvaro Maldonado
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The times they are a-changing
The times they are a-changing

Seguro que muchos nostálgicos de la rebeldía y amantes de la música de los ‘60, recordarán uno de los temas fundamentales de la discografía de Bob Dylan: The times they are a-changing (Los tiempos están cambiando)

“Come gather ’round people wherever you roam
And admit that the waters around you have grown
And accept it that soon you’ll be drenched to the bone.

If your time to you is worth savin’
Then you better start swimmin’ or you’ll sink like a stone
For the times they are a-changin’”.

“Venid y agruparos gentes que andáis errantes por cualquier lugar
Y admitid que las aguas alrededor de vosotros han crecido
Y aceptadlo pues pronto estaréis calados hasta los huesos.

Si según vosotros vuestra época merece ser salvada
Entonces mejor comenzad a nadar u os hundiréis como una piedra
Porque los tiempos están cambiando”

En esta época de crisis en la que vivimos, no cabe ninguna duda de que ha caído una fuerte tormenta, y todavía es mucha el agua por caer. Además, el tiempo ha manifestado una de sus más claras características: ha destruido y ha cambiado muchos “supuestos pilares” en muchas organizaciones, y lo ha hecho, al parecer, sin que muchos sean capaces de encontrarle el sentido.

Los estudios de arquitectura han sido unas de las organizaciones más golpeadas por la tormenta y deben aprender a liberarse de su peor enemigo: los obstáculos desconocidos que les impiden el cambio. El reto reside en convertir a la pequeña empresa de arquitectura en una organización inteligente, abierta, capaz de aprender y adaptarse más rápido que la competencia. Hay que estar en continuo aprendizaje de todo lo que nos rodea para poder alcanzar el éxito: resulta absurdo que uno ni siquiera se pregunte por qué amanece y anochece todos los días.

“Aprendizaje” sería el adjetivo que describiera a una organización o empresa que obtuviera provecho de sus experiencias anteriores, construyendo y evolucionando sobre ello. Hoy, además, esto debe de hacerse de manera rápida y continua. Pero, ¿qué aprender?. Para responder partimos de lo que podría ser la descripción de un estudio de arquitectura tradicional, ya que resultará más fácil de reconocer.

Los estudios de arquitectura tradicionales están anclados en mecanismos rígidos y operan basándose en métodos y conocimientos poco empresariales que han ido adquiriendo lentamente, a través de los años, ya sea por experiencias propias o bien imitando a otros estudios que han tenido éxito en el pasado. Este tipo de estudios sólo se gestionan con lo que ya saben, abriéndose en algunas ocasiones a ciertas novedades en la práctica empresarial que deforman hasta que consiguen incorporarlas en su manera de operar. Al no tener confianza en su capacidad de adaptación a las nuevas situaciones diseñan mecanismos, sofisticados o burdos, que no les llevan al cambio sino que les encierra aún más en su obsoleta situación como empresa.

El principal problema para estas empresas es el hecho de enfrentarse continuamente con dos enemigos. El primero, es la compleja realidad en la que viven. El segundo, es la gestión de la empresa en sí misma: siendo conscientes de las dificultades de dicha complejidad, y para tratar de superarla, se vuelve a su vez más compleja. Como consecuencia, se produce un deterioro acelerado de sus niveles de competitividad en un escaso mercado, de la calidad de sus trabajos, y de la productividad y de la moral en toda la organización.

Cuando una empresa intenta hacer el cambio por si misma y da los primeros pasos, surge la pregunta: ¿qué hay que hacer para avanzar?. No es fácil revitalizar estas organizaciones, ya que disponen de complejos sistemas inmunológicos destinados a dejar las cosas como están. Es por esto por lo que deben estar abiertos al aprendizaje y confiar en el asesoramiento externo a través de empresas con experiencia en la gestión empresarial, que les ayuden a acelerar el cambio y que eviten los obstáculos que puedan presentarse por el camino.

Una organización abierta al aprendizaje y al cambio es aquella que está basada en la idea de que hay que aprender a ver la realidad con nuevos ojos, detectando las leyes que permiten entenderla y manejarla. Partiendo de aquí, el asesoramiento externo a la organización es una herramienta muy valiosa, capaz de aportar mucho más de lo que habitualmente se cree. Depositando ese asesoramiento en empresas colaboradoras que conozcan de cerca los problemas y necesidades propios de la empresa de arquitectura, que se comprometan al máximo con el negocio y que actúen con la máxima responsabilidad. Éstas empresas ofrecen sus servicios ayudando a tomar decisiones, enriqueciendo la visión de la empresa haciendo uso de todo su potencial y creatividad, reconociendo sus cualidades y limitaciones y, por supuesto, son capaces de trabajar en equipo con total eficacia ayudando ante los vaivenes en las cargas de trabajo.

De todo lo anterior, podríamos obtener la conclusión de que en una empresa de arquitectura en constante cambio y aprendizaje los líderes, además de ser creadores, guías y maestros, deben aprender y saber conectar las visiones personales con las necesidades empresariales, ser los responsables de construir una organización donde las personas (empleados y colaboradores) expandan sus capacidades, manejar con habilidad los modelos de relación con sus clientes y diseñar mejores procesos productivos adaptados a los cambios constantes. Por medio de todo ello, las empresas de arquitectura podrán enfrentarse de manera eficaz a las situaciones que se ven obligadas a afrontar.

Ya han pasado varios años desde que se empezó a ajustar el mercado actual y a muchas empresas de arquitectura todavía les queda un gran camino que recorrer. Por eso no debemos olvidar la canción de Bob Dylan, y debemos aprender a nadar lo antes posible para no hundirnos como una piedra, porque “los tiempos están cambiando”.

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