Otras secciones
Otros sitios
Utilidades
El mundo ha cambiado... y mucho. Las empresas han cambiado, la forma de comunicar, de vender, de relacionarnos con nuestros clientes ha cambiado. Hoy todo sucede mucho más rápido, nuestros clientes cada vez nos exigen más, las nuevas tecnologías han conseguido que todo este antes, más fácil y sin limitaciones geográficas ni temporales… y sin embargo seguimos planificando como hace 50 años.
¿En el entorno actual tiene sentido planificar lo qué creemos que va a suceder los próximos años?
Desde hace muchos años parecía que la clave de cualquier nuevo servicio, producto o proyecto empresarial era el plan estratégico. Un documento sagrado que pretendía capturar la idea básica de nuestro negocio, y vaticinar cual iba a ser su desarrollo en el futuro. Algo que figuraba en todo manual y en todo master en dirección y administración de empresas, pero que en la actualidad resulta caduco e inútil.
Sin embargo parece que aún hoy muchos empresarios, consultores y asesores de empresas les suena a herejía decir que los planes estratégicos son una herramienta obsoleta del pasado. Pero, por duro que les resulte, siento decirles que así es. ¿Cómo vamos a saber lo que vamos a vender dentro de tres años si no sabemos lo que ocurrirá dentro de tres meses?
¡ Hay que hacerlo, déjate de planes estratégicos y ponte a andar !
Sin duda para poner en marcha un nuevo servicio, producto o proyecto empresarial debemos realizar un análisis de nuestro propio modelo de negocio actual, y debemos ser capaces de diseñar nuevos modelos ajustados a la nueva situación. Pero para ello debemos ser creativos, tenemos que ser capaces de experimentar, de idear, de probar... de innovar.
Seamos prácticos y concretos, nutrámonos de un buen conocimiento, pero no nos aferremos a la teoría, no busquemos resultados perfectos, concedámosnos libertad de acción y flexibilidad. Y lo que es más importante… empecemos a movernos de inmediato, nos confundiremos, tropezaremos y corregiremos, pero no desistamos. Aprender de nuestros errores es necesario y además siempre lo hemos hecho.
Hoy día las empresas salen adelante gracias a una buena y rápida implementación, y a su agilidad y su capacidad de adaptación al entorno cambiante, y no a un buen plan estratégico.