La tercera edición del Estudio CAE del Sector confirma que los arquitectos se han visto gravemente afectados por la recesión económica europea. Entre 2008 y 2012, la construcción cayó a un ritmo más rápido que el PIB y el mercado de la arquitectura no ha dejado de contratar a una velocidad mayor que la caída de la producción. A esta recesión del mercado, se une el hecho de que el número de arquitectos es cada vez mayor, lo que provoca un desequilibrio entre la oferta y la demanda: hay más arquitectos para menos trabajo.