El nuevo museo se levantará en el solar —cedido por el Ayuntamiento por un plazo de 75 años— que ocupa hoy un edificio municipal abandonado con presencia de amianto y que no cumple la actual normativa de seguridad, por lo que será probablemente derribado. Concebido bajo el lema 'verde sobre gris', el proyecto parte de la idea de introducir la vegetación en el centro de la ciudad, y propone así un edificio con fachadas vegetales que funcionan como mecanismos naturales de control térmico y cuya cubierta, también verde, recogerá el agua de lluvia. Con una superficie de 3.672 metros cuadrados y cinco alturas, el museo albergará en la última planta un restaurante al que se accederá directamente desde la calle. Con una inversión que llegará a los 10 millones de euros, la fundación Emilio Ambasz será la encargará del diseño, la construcción y también el funcionamiento del museo, y ofrecerá, además, una serie becas para jóvenes arquitectos.