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La oportunidad de convocatoria se apoya en la idea de que el diseño ocupa un lugar importante dentro de la creación contemporánea. De la misma manera, es innegable el creciente peso de Iberoamérica en el panorama cultural de este Siglo XXI: ideas nuevas, energía y entusiasmo se manifiestan en las propuestas de los profesionales y estudiantes de estas sociedades emergentes.
El diseño puede unir tradición y futuro y ser un dinamizador de realidades complejas como las de los países que forman parte de la BID, ayudando a generar respuestas a problemas de sociedades en dificultades y que, a la vez, están creciendo.
En el Encuentro realizado en noviembre de 2007 los participantes coincidieron en considerar a la BID como un espacio de oportunidad para los diseñadores de la región y para reflexionar sobre la búsqueda de una voz singular y diferente frente a otros bloques de producción estética y de pensamiento mundial. Iberoamérica es un terreno fértil para plantear una forma de pensar y de crear diferente.
Detrás del diseño hay ideas y modos de ser y la BID quiere darles presencia.
La BID puede ser también factor aglutinador de la profesión y contribuir a su legitimación.
El diseñador como tal interviene en el debate cultural e influye en él por lo tanto, debe revisar constantemente sus respuestas a los problemas que se le plantean.