Sobre el concepto de ciudades inteligentes aun no existe consenso. Aunque se menciona como características comunes a ellas el uso de sistemas tecnológicos cada vez más eficientes y una población mejor informada y conectada. A lo anterior se suma un mayor nivel de conciencia por el entorno y la posibilidad de asegurar adecuados niveles de calidad de vida para sus habitantes, conceptos que bajo la coyuntura económica actual, se asocian con la provisión de trabajo, servicios y bienes de consumo.
En palabras de los organizadores del primer Congreso Mundial de Ciudades Inteligentes celebrado en Barcelona del 29 de noviembre al 3 de diciembre de 2011, el término “smart city” define “aquellas ciudades que aplican soluciones innovadoras en áreas como la movilidad, el medio ambiente, las tecnologías de la información y la comunicación [TIC], el urbanismo, el consumo energético, la economía del conocimiento y la gobernanza para garantizar un desarrollo económico y urbano sostenible en un entorno que ofrezca buena calidad de vida para sus ciudadanos”.