Rosa Vilarasau, después de 15 años trabajando en grandes empresas, decidió emprender su aventura en solitario. La empresa se llama NOEM y se dedican a construir casas basadas en un sistema constructivo modular con madera maciza, que permite fabricar eficientemente en taller, diseñarla con flexibilidad y un resultado de calidad para asegurar la eficiencia energética.
Su ímpetu innovador, sumado a sus inquietudes y valores de respeto al medio ambiente, dieron como fruto el diseño de lo que ella y su socio denominan la casa del siglo XXI. Ecológica, de diseño, autónoma, movible y se construye en cinco días sobre cualquier terreno. Después de tres años haciéndose un hueco en el mercado, hace unos días su valentía ha recibido el permio al Espíritu Emprender Europeo del año 2012.