La rehabilitación energética de una vivienda antigua tiene como objetivo mejorar el ahorro y la eficiencia en el uso doméstico de la energía. Además, es uno de los pilares del concepto general de recuperación de un edificio, basado en parte en la idea ecologista de que reutilizar es mejor que producir de nuevo. De hecho,
la reducción de emisiones de CO2 es uno de los argumentos favorables que esgrime el Gobierno a favor de la inversión en rehabilitación energética y uno de los caminos que debe seguir España para luchar contra el cambio climático y cumplir así con el Protocolo de Kyoto.